lunes, 14 de agosto de 2017

El Palacio Euskalduna se ofrece para albergar conciertos de rock



El nuevo director gerente del Euskalduna, Andoni Aldekoa, quiere afinar la proyección internacional y explorar otras oportunidades de negocio en el recinto, considerado uno de los buques insignia de la regeneración de Bilbao. En busca de nuevos públicos que aseguren su tirón, la dirección ha decidido introducir el Palacio de Congresos y de la Música en el circuito del rock para ampliar su oferta cultural, volcada hoy en formatos más clásicos en su auditorio principal. Para ello, pondrá en el mercado de los conciertos su edificio anexo, un espacio urbano de 2.700 metros cuadrados con una capacidad máxima para 2.500 espectadores en pie. Se trata de un aforo inédito para actuaciones musicales en directo en Bizkaia. Un escenario intermedio entre las grandes salas privadas y las ‘arenas’ del BEC o Miribilla. La idea es alquilarlo a promotores musicales.
El Euskalduna afronta una etapa de cambios de camino a su vigésimo aniversario, una fecha que se cumplirá en 2019. Además del inminente proyecto de rehabilitación interior en el que colabora su arquitecto, Federico Soriano, el Palacio ha decidido tocar teclas nuevas. Dirigido desde enero por Aldekoa en sustitución de Jon Ortuzar, el recinto aspira a ampliar su partitura sin renunciar a sus señas de identidad. Mantendrá su parte más noble en el auditorio principal –equipado con 2.164 butacas de aforo completo y escenario de la temporada de ópera–, pero se abrirá a nuevas músicas en el edificio adyacente. 
Este espacio, que se distingue por una gran cubierta metálica, ocupa el ala este del Euskalduna. Alberga salas que cambian de formatos por medio de un sistema de paneles móviles motorizados. Aquí se programan reuniones, exposiciones vinculadas a los congresos del edificio principal y ferias como los outlet de ropa o el salón del manga y cultura japonesa, de gran éxito de público. Esta oferta se mantendrá porque se considera compatible con la apuesta por los conciertos que promueve la dirección. En apenas 24 horas una exposición se puede montar y desmontar, gracias a la existencia de una zona de carga que no interfiere el paso de peatones ni de coches. 

Hasta la medianoche

El inmueble ofrece un espacio diáfano de 2.700 metros cuadrados sin contar con su gran hall de entrada, lo que facilita los accesos y cualquier gestión de públicos. Sus condiciones acústicas y de aislamiento están garantizadas por las numerosas actividades organizadas hasta la fecha. El equipo técnico del Palacio ha iniciado un estudio para examinar a fondo el recinto y adaptar la apuesta por los conciertos a sus características. El mayor reto será ajustar a la altura del local una actividad que precisa de grandes equipos de sonido y de iluminación. 
La dirección está convencida de las «interesantes» posibilidades que ofrece la sala en el circuito internacional del rock. Conectado al transporte público –el tranvía y el metro funcionan al lado– y con una ubicación muy urbana que permite los desplazamientos a pie, el recinto está además alejado de los vecindarios para evitar molestias. En cualquier caso, su programación no iría más allá de la medianoche. 
La competencia se ha diversificado mucho en el Gran Bilbao. La oferta habitual oscila entre los escenarios para apenas un centenar de personas como La Nube de Santutxu, las salas de tamaño medio como el Antzoki (600) y la discoteca Santana 27 de Bolueta, preparada para 1.500 como tope. En el siguiente salto ya se pasa al Bilbao Arena del pabellón de deportes de Miribilla –hasta 10.000– y al Bizkaia Arena del BEC, el gigante del sector capaz de acoger a 20.000 aficionados. 

Riesgo de ‘pinchazos’

Recintos en ocasiones demasiado grandes hasta para estrellas consagradas. Los ‘pinchazos’ se suelen maquillar en estas ocasiones con una reducción del espacio en función de las entradas vendidas –se cierran gradas y se adelanta el escenario para mitigar la imagen desangelada de algunos auditorios–. 
El Euskalduna quiere mantener su sello de calidad en esta nueva programación musical, abierta a tocar diferentes palos:_del rock al jazz, pasando por los grupos de tributo –un fenómeno muy de moda– y las bandas vascas de tirón a las que se les puede quedar grande un ‘arena’. La dirección del Palacio ha mantenido los primeros contactos con promotores musicales que operan de forma habitual en el Gran Bilbao para compartir el proyecto y comenzar a hacer cuentas sobre el alquiler del recinto. Un sector en auge desde el arranque del BBK Festival en Kobetamendi, hace ya diez años. Siendo asesor del alcalde Azkuna, Aldekoa fue precisamente uno de los impulsores de este acontecimiento multitudinario, organizado por Last Tour.
La dirección del Palacio confía en tener definido el proyecto en el plazo de dos meses, incluida la marca con la que saltará al mercado de las giras internacionales de tamaño medio. Un Euskalduna más rock y urbano que puede estrenar su edificio anexo como escenario de conciertos en 2018.

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