jueves, 8 de junio de 2017

Un oasis TROPICAL en Bilbao


Tres barras y tres propuestas marcan el carácter del restaurante Happy River, en Bilbao la Vieja. Su terraza, con vistas a la ría, y sus cientos de plantas lo convierten en un espacio de relax.

El restaurante Happy River abrió sus puertas hace tan solo dos meses. Ubicado en la antigua fábrica de harinas La Ceres –el primer edificio de hormigón armado de España-, el proyecto de reforma requería respetar el espacio y adecuarlo a las nuevas funcionalidades del local. “Entramos en esta obra con mucho respeto porque el edificio era singular”, comenta el director del estudio de interiorismo Rosita, Juan Marchante, encargado del proyecto.
Entre un aire tropical y cosmopolita, el restaurante sorprende con detalles que combinan la madera, el mármol, los colores y las plantas naturales. En total, más de 250 variedades de plantas conviven en el restaurante, lo que ayuda a crear una atmósfera relajada. De esto también se encarga la terraza climatizada, de 100 metros cuadrados de superficie. La terraza, elevada a través de unos escalones, permite contemplar la ría recostado en algunas de las hamacas de la firma Flamant.

El color juega un papel destacado tanto en el interior como en el espacio exterior del restaurante. Si el blanco predomina en el interior, Marchante ha optado por los tonos azules para el exterior. “El color blanco es muy difícil cuando no hay mucha luz, la terraza en cambio la pinté en azul oscuro grisáceo para permitir una transición desde el exterior al interior”, señala. En la terraza se combinan mesas de colores de Moroso, sillas metálicas en color blanco de Emu y las hamacas con sello belga.
Happy River, BILBAO tropical
El interior es una caja de sorpresas.  Este aire tropical contrasta con la madera y con los tanques a la vista de cerveza sobre la barra principal, apoyada sobre un mosaico de azulejos compuesto por más 12.000 piezas. “El mosaico se tardó en colocar dos semanas enteras”, explica Marchante. El mosaico combina los tonos grisáceos, verdes y marrones, los colores vivos y la gama pastel, respectivamente, en cada una de las barras que lo componen.

Para el mobiliario, el estudio ha confiado en la firma Emeco para los taburetes principales y Magis para la barra japonesa. Las mesas son de Flamant y combinan el acero de sus patas con el toque tropical de las sillas y las telas en color crudo de Gastón y Daniela de los bancos. El toque divertido de la iluminación lo pone los famosos monos luz de Seletti. ¡Bienvenidos al Bilbao más tropical!

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