sábado, 6 de junio de 2015

La ría de Bilbao alberga ya 38 especies animales



La ría goza de un buen estado de salud con un 90% de oxigenación en sus aguas como estándar de calidad, lo que implica que, hoy en día, podamos encontrar 38 especies en su caudal. El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia puso en marcha hace 35 años el Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano, el proyecto medioambiental más importante de Euskadi con una inversión superior a mil millones de euros. Los resultados son hoy en día evidentes.
El crecimiento industrial, comercial y demográfico a comienzos del siglo anterior hizo que la ría recibiera al día casi 2.000 toneladas de residuos que le convirtieron en una cloaca sin oxígeno. Javier Franco, investigador del Centro Tecnológico AZTI, afirma que “los sedimentos contaminantes no han desaparecido sino que se han depositado otras capas de sedimento por encima y hoy en día están tan profundos que no podemos esperar que tengan efectos nocivos”. Con lo que, por ejemplo, “una draga supondría remover todos los sedimentos nocivos”, expone Franco.
También la flora se ha duplicado gracias al aumento en la transparencia del agua. “El alga microscópica fitoplactón es el que le dota a la ría del color verde-marrón en épocas como primavera o verano”, explica Franco.Otra clave del saneamiento ha sido el proceso de recolonización natural de la fauna dimensal, es decir, las especies y organismos que viven en contacto con el fondo. Si en 2002, los estudios realizados encontraron tres especies animales, hoy en día podemos encontrar más de 38 especies, entre ellas, chicharros, lenguados, anchoas, cangrejos… Además en la ría, como se encuentran dos tipos de agua, surge fenómeno llamado estratificación en el que la capa de agua dulce baja por la parte de arriba, mientras que la de agua salada entra del mar por la parte de abajo. Por lo que esto permite que fauna de los dos tipos de agua convivan en un punto.
Los resultados de este trabajo se pueden conocer y visitar en laexposición La magia de la Ría. 35 años generando vida en el Museo Marítimo de Bilbao. La muestra, abierta hasta el 31 de octubre, es de carácter divulgativo e incluye fotografías antiguas de la ría, vídeos para conocer el ciclo de la vida y muestras sobre las especies que la pueblan. Incluye, además, paseos en barco durante los meses de junio, julio, septiembre y octubre para comprobar in situ el estado ambiental de la ría .

viernes, 5 de junio de 2015

Los artistas Txomin Badiola y Elena Aitzkoa ganan los premios Gure Artea



El bilbaíno Txomin Badiola y la alavesa Elena Aitzkoa han resultado ganadores de los premios Gure Artea 2015 que destacan cada año la labor artística de distintos creadores, y que son otorgados por el Gobierno Vasco, según la elección de un jurado.
Con una amplia e influyente trayectoria desde los años 70, Txomin Badiola (BIlbao, 1957) ha sido premiado "como renocimiento a su obra artística, la evolución de la misma y su innegable influencia en el contexto de creación contemporánea vasca", ha señalado el jurado presidido por la directora de la productora de arte contemporáneo Consonni, María Mur Dean, y compuesto por los artistas Inazio Escudero y Txarro Arrazola, la comisaria y miembro de Bulegoa, Leire Vergara, y el coordinador de la escuela experimental de arte Kalostra, Xabier Ganzarain.
Asimismo, Elena Aitzkoa (Apodaka, Álava, 1984) recibe el premio Gure Artea a la labor creativa "por su concepción vitalista del arte, con un impulso poético radical y coherente que crea su propio universo, transformando lo cotidiano en algo extraordinario", en valoración del jurado. "En su obra se renueva a cada instante la potencia de la creación".
Además, se otorga un premio Gure Artea en reconocimiento a la actividad realizada por diferentes agentes en el ámbito de las artes visuales, que recae este año en la asociación cultural y artística Entre Cuerpos-Mugatxoan, que "desde la danza ha hecho un trabajo muy importante, no como simple asociación, sino como proyecto creativo para estimular el trabajo de otros", ha destacado el vice consejero de Cultura, Juventud y Deportes Joxean Muñoz, en el acto de presentación de estos premios que serán entregados en un acto que se celebrará en una fecha aún por concretar, en la primera semana de julio, en la Alhóndiga de Bilbao.

"La cultura es prioritaria para el desarrollo de una sociedad"




Cambiar de país se asocia a la escasez de alternativas. La decisión forzada encabeza los relatos de emigración. Pero no siempre es así. En ocasiones, cambiar de país, de ciudad, tiene que ver con todo lo contrario: con la libertad de elección, las posibilidades diversas y el placer de escoger un lugar para vivir después de haber sopesado las opciones. ¿Cuesta? Sí. Elegir siempre implica una renuncia. ¿Se siente nostalgia? También. Los afectos siempre quedan a distancia. ¿Merece la pena? «Sin duda. Sobre todo, si encuentras tu sitio».
Lo dice Joshua Edelman, un reputado pianista, compositor y productor de jazz estadounidense -«de Manhattan», puntualizará él- que decidió vivir en Bilbao hace cinco años y medio. «He viajado mucho y he vivido en unos cuantos lugares -relata-. Hace dieciséis años conocí a mi mujer, Cristina Santolariam en Madrid. Ella es periodista y gestora cultural, y es vasca, aunque entonces vivía en Málaga. En estos años, hemos cambiado de residencia varias veces. Vivimos en Málaga, en Madrid, en Nueva York... Hasta que hace ocho años tuvimos niños, gemelos».
«Además, Bilbao es una ciudad muy cómoda para vivir. Está hecha a escala humana, es limpia y tiene un sistema de transporte público estupendo. Yo estaba acostumbrado a las ciudades grandes, que tienen sus cosas buenas desde luego, pero que son más complicadas para la vida cotidiana. Nueva York, por ejemplo, ofrece muchísima actividad intelectual, cultural y artística, pero al mismo tiempo es muy competitiva, tiene un clima extremo, te demanda mucha energía. Y Bilbao, aparte de ser cómoda y amigable, es una ciudad en transformación que transita de lo industrial a lo turístico y empresarial, al mundo de los negocios y al crecimiento de lo cultural. En ese sentido, tiene una clara trayectoria ascendente».El cambio familiar supuso un cambio de vida... y de entorno. «Le dimos muchas vueltas al asunto de dónde queríamos vivir y criar a nuestros hijos. Finalmente, escogimos Bilbao. Aquí están las raíces de mi mujer, también está su familia y es un sitio fabuloso para hacer actividades al aire libre. La naturaleza está por todas partes; en especial, el mar», remarca Joshua. «Yo nací en Manhattan y crecí a dos pasos del río Hudson, que desemboca en la bahía, de modo que vivir aquí me ha permitido reencontrarme con ese aspecto, ese momento de la vida», señala.
Joshua hace esta descripción con el convencimiento de haber elegido bien. Aquí ha fundando el Jazz Cultural Theatre of Bilbao, un centro de enseñanza, integración y difusión del jazz de marcado carácter internacional, pero con raigambre local. «Trabajamos para integrar el jazz en la ciudad, pero desde otra óptica, no sólo la musical. Traemos gente de fuera a dar cursos y conciertos, pero también trabajamos mucho los elementos folclóricos, como la tradición oral, que están en el trasfondo del jazz».
Tejer cultura
El objetivo que se ha marcado es «integrar» este estilo, esta propuesta, en Bilbao. Y, cuando habla de integrar, no se refiere a un festival o un concierto puntual, sino a entrelazar esta expresión en el tejido cultural de la ciudad. «La cultura es más que ocio -indica-. Es lo que nos diferencia y, sin embargo, se considera como un asunto al margen de las prioridades. La cultura aporta calidad de vida y estimula el crecimiento, incluso el económico. Desde mi punto de vista, la cultura es prioritaria para el desarrollo de una sociedad».
Y la música, como parte de la producción cultural, da buena cuenta de lo que ocurre en el plano social, lo aprovecha y lo convierte en creatividad. «El jazz tiene mucho de trabajo en equipo, de observación, de sensibilidad... Te enseña a escuchar, respetar y querer, a saber cuándo ser el protagonista y cuándo ser el acompañante -describe con dulzura-. La música tiende lazos y puentes, incluso entre diferentes culturas», añade.
No en vano, su séptimo álbum lleva por nombre un sugerente nexo: ‘Manhattan Bilbao Jazz-Zubia’. «La música es el reflejo de nuestras vivencias -explica-. En este trabajo se ve muy bien la fusión natural, respetuosa de distintos estilos, tradiciones e idiomas. Conviven el jazz, la música clásica, el folclore vasco, la música cubana y la brasileña, el hip-hop, la sonoridad andaluza y la poesía. En el escenario, somos catorce personas y la mitad de nosotros pertenecemos a la misma familia», describe. «Pero, más allá de este detalle, este proyecto en particular es un homenaje a la diversidad, tan rica, tan actual».

jueves, 4 de junio de 2015

El ferry Bilbao-Portsmouth aumenta a tres sus salidas semanales



El ferry que une Bilbao con Portsmouth en unas 24 horas, con capacidad para 600 pasajeros, 160 coches y 84 camiones, ha ampliado a tres sus salidas semanales, que pasarán a ser los martes, miércoles y jueves.
La compañía Brittany Ferries, que opera la línea, dispone ahora de dos buques para este recorrido, el 'Cap de Finisterre', que cubría el servicio los martes y jueves, y el 'Baie de Seine', que ofrece el nuevo horario los miércoles, con salida desde Bilbao a las 17.15 horas.
El Puerto de Bilbao ha informado en una nota de prensa de que este enlace ayuda a reducir el tráfico de camiones y turismos y, por lo tanto, a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que es utilizada por un gran número de transportistas.

martes, 2 de junio de 2015

La Feria del Libro de Bilbao acogerá a escritores como Márkaris, Grandes, Mulet y Khadra



Escritores como Petros MárkarisAlmudena GrandesJosé Miguel Mulet y Yasmina Khadra se darán cita en Bidebarrieta Kulturgunea, en colaboración con la Feria del Libro de Bilbao. Además, acogerá conferencias y un homenaje al recientemente fallecido Ramiro Pinilla.
Desde el jueves 4 de junio y durante diez días la Feria del Libro de Bilbao tendrá sus puertas abiertas a los lectores. Como adelanto, el salón de actos de la Biblioteca de Bidebarrieta acogerá mañana unaconferencia con el escritor Petros Márkaris, premiado con laPluma de Plata 2015. Nacido en Turquía, Márkaris estudió Ciencias Económicas en Viena y en Stuttgart, y posteriormente se trasladó a Atenas, donde reside. Es guionista de televisión y escritor teatral, además es autor del volumen de ensayos "La espada de Damocles", en torno a la crisis griega. Pero la popularidad le ha llegado con la serie de novelas policíacas protagonizadas por el irónico comisario griego Kostas Jaritos. Con la última entrega "Hasta aquí hemos llegado" amplía esta exitosa serie ambientada en la tremenda crisis griega.
La conferencia, que tendrá entrada libre, estará presentada por Félix Linares y contará con traducción simultánea. El jueves continuará con un homenaje al recientemente fallecido Ramiro Pinilla, en el que tomarán parte Almudena Grandes y el escritor, y crítico alemán Paul Ingendaay, corresponsal de cultura para el diario alemán "Frankfurter Allgemeine Zeitung" desde 1998.
El acto será conducido por la periodistas especializada en cultura,Idoia Jauregi. Veinticuatro horas más tarde, el periodista Luis Alfonso Gámez presentará la conferencia del controvertido divulgador e investigador José Miguel Mulet, autor de libros como "Los productos naturales ¡Vaya timo!" o "Comer sin miedo" en los que desmonta mitos y tópicos sobre la llamada comida sana y ecológica.
El resto de citas serán el martes 9, con el escritor irlandés John Connolly conocido principalmente por sus novelas policiacas y, en especial, por la serie que protagoniza el detective Charlie Parker; yYasmina Khadra, seudónimo femenino del escritor y exmilitar argelino Mohammed Moulessehol. Se trata de uno de los autores árabes más traducidos del momento, con títulos como "Morituri", "Las golondrinas de Kabul", "El atentado" y su última novela, "A qué esperan los monos". Ambos encuentros contarán con servicio de traducción simultánea.

lunes, 1 de junio de 2015

The New York Times señala al Bellas Artes como un lugar imprescindible para visitar en Bilbao




Javier Viar sostiene en sus manos el prestigioso tabloide neoyorquino que ha vuelto a dedicar un reportaje a la oferta gastronómica y de ocio de la capital vizcaina dentro de su famosa serie 36 hours in... En él, se destaca la profunda renovación acometida por las instituciones vascas para dotar a la ciudad de una personalidad propia y acorde con lo que se espera de una gran urbe del siglo XXI. Y como visita imprescindible en este recorrido por la ciudad, además del Guggenheim, el periodista Christian L. Wright recomienda a los turistas estadounidenses que visiten otra joya de la cultura vasca: el Museo de Bellas Artes, que atesora una colección de más 10.000 obras.
Otro reconocimiento para el museo...
-Estamos encantados con estos reconocimientos; no cabe duda de que uno de nuestros intereses ha sido tener una presencia en la sociedad y que se nos tenga en cuenta como uno de los elementos claves en la renovación de la ciudad y de todo el país. Y parece que lo hemos conseguido.
¿Cómo se ha adaptado el Bellas Artes al nuevo Bilbao?
-Lo ha sabido hacer muy bien; la idea de que la aparición de un museo tan emblemático como el Guggenheim podía hacer sombra ha resultado totalmente falsa. Realmente, hemos crecido notablemente al amparo de ese nuevo Bilbao y sobre todo del interés institucional porque los museos figuren en primera línea de la imagen nueva de la ciudad.
Uno de los baremos que marca el éxito de un museo es el número de visitantes.
-Es un baremo evidente, aunque no creo que es el más importante. Hemos conseguido subir la media desde 2008 en un porcentaje muy alto. Si estábamos en 160.000 visitas, ahora nos hemos situado en torno a 210.000. Y en 2012 tuvimos un récord histórico, llegando a 295.655 con la retrospectiva de Antonio López. Esto demuestra que si el museo tiene medios y puede presentar exposiciones con tirón, podemos conseguir récords históricos.
¿Cómo va el año en cuanto a visitas?
-Llevamos un año estupendo. En estos meses, han pasado por el museo 91. 580 personas, frente a las 61.200 del año pasado por estas fechas. Esto significa que tenemos un 50% más de visitantes que en 2014. Creo que hemos apostado por unas exposiciones que han gustado mucho, por ejemplo, la dedicada al Equipo Crónica y la de moda de Francia en los años cincuenta.
¿Y cómo se presenta el verano?
-Estoy convencido de que va a ser un verano potente. El próximo día 9 inauguraremos una exposición dedicada a William Tucker, que quizás no es suficientemente popular, pero es uno de los escultores británicos más reconocidos. Además, la de los trajes de alta costura permanecerá hasta el 31 de agosto, por lo que confío en que el museo va a tener tirón durante el verano. Y para terminar el año hemos programado una muestra con aproximadamente 200 carteles de nuestros fondos. Va a ser una exposición preciosa, muy vistosa, de gran lujo visual. En los últimos años, estamos aprovechando para exponer parte de nuestra colección, que es espléndida. Por una parte, abaratamos el coste, con lo que equilibramos el presupuesto expositivo, pero al mismo tiempo nos sirve para invertir en investigación de nuestros propios fondos. El ejemplo más claro de esta doble labor, aunque no el único, ha sido la exposición que realizamos el año pasado sobre arte japonés, con 221 piezas donadas al museo entre 1953 y 1954.
Recientemente revelaba que solo se paga una de cada tres entradas...
-La Ley de Museos de Euskadi establece que hay que poner un día gratuito. Nosotros decidimos que fuera el miércoles y la gente se está acostumbrando a venir cada vez más este día, debido quizás a la crisis. Hasta los extranjeros miran el día en el que la entrada es libre. En la actualidad, hemos llegado al 70% de entradas gratuitas, pero no solo porque el público viene el miércoles, hay otros colectivos que tampoco pagan como los parados o que tienen entradas más baratas como los mayores de 65 años, los estudiantes hasta 25 años... La labor social no puede ser más satisfactoria. Mientras podamos aguantar y afrontarlo, fantástico. Al final, el museo es un bien público. ¿Qué va a pasar en el futuro? El tiempo nos lo dirá.
El museo ha recibido donaciones espectaculares en los últimos años. ¿A cuánto han ascendido?
-Desde hace 10 años se han cedido a la pinacoteca muchas obras importantes, por ejemplo, en 2014 ha habido donaciones por un valor de 600.000 euros y en lo que va de 2015, por valor de 620.000 euros. En total, 1.220.000 de euros solo en este periodo. Desde que yo estoy aquí, desde 2002 hasta 2013, se ha gastado 8,7 millones de euros en adquisiciones y en donaciones nos hemos acercado a los diez. Precisamente, mañana vamos a presentar en rueda de prensa las últimas donaciones aprobadas el pasado 22 por el Comité Ejecutivo del Museo. En total, 76 obras (9 pinturas, 2 dibujos, 21 estampas, 17 esculturas y 27 carteles). Entre ellas destacan piezas de Federico de Madrazo, Ricardo Baroja, Gonzalo Chillida, Vicente Ameztoy y Andrés Nagel. Recientemente también hemos, recibido en donación 3.500 dibujos de Balerdi, otros 5.000 dibujos de la familia de Alberto Arrúe, 350 que nos ha donado Marta Cárdenas... Refleja el apoyo social que tiene el museo, que se ha consolidado y se ha incrementado.
Y de todas las obras que se han adquirido desde que ocupó la dirección de la pinacoteca, ¿con cuál se quedaría?
-Yo diría que la pieza suprema adquirida durante esta época esLucrecia, pintada en 1534 por Lucas Cranach el Viejo. Hace poco una persona del Prado me dijo que a este museo vendrá gente a ver este lienzo. El incremento de la colección gracias a las compras ha sido fundamental para crear esa imagen de que el museo es fuerte, estable, creativo, y está saneado.
¿Le pasa al Bellas Artes como a la ABAO, que algunos cantantes están ofreciendo bajar su caché para poder cantar en Bilbao?
-Hay instituciones muy importantes que nos ofrecen exposiciones sin coste alguno para el museo. Es otro de los baremos muy claros del éxito y del interés que suscita el museo. En los últimos años, nos han ofrecido traer aquí gratuitamente exposiciones que tienen ellas organizadas. Por ejemplo, este invierno han confluido en la pinacoteca dos, la dedicada al pintor Giovanni Domenico Tiepolo, financiada por la Banca March, y la de Córdoba, que se puede ver en estos momentos, por Caja Sur y la colaboración de BBK. La del pintor tolosarra Lecuona prácticamente ha sido también gratuita, porque la ha pagado una persona, que prefiere seguir en el anonimato.
¿Y por qué quieren que sus exposiciones se presenten en el Bellas Artes?
-Porque les ofrecemos garantías de buena imagen, de eficacia, de que va a haber visitantes... Pero además de las de ahora, ha habido más exposiciones gratuitas, por ejemplo, los grabados del Prado del año pasado, las que se han celebrado con motivo de la Feria Internacional del grabado... El museo tiene una imagen potente.
Uno de los objetivos de la pinacoteca es el apoyo al arte vasco. ¿En qué se concreta?
-Desde mediados del siglo XIX hasta el presente, la colección de este museo consta de una espina dorsal que sería el arte vasco, contextualizada dentro del arte internacional, sobre todo europeo. El apoyo del museo al arte vasco ha sido y sigue siendo clarísimo, hay que tener en cuenta que estaba muy poco estudiado de una manera sistemática y profunda. Existen muchos autores antiguos que nunca habían sido objeto de una exposición, por ejemplo, Durrio, Anselmo Guinea o Lecuona y estaban pidiendo a voces que se celebrara una muestra sobre ellos. De autores contemporáneos, hemos realizado recientemente exposiciones de Nestor Basterretxea, de Diez Alaba, Ramón Zubiarrain, José Ramón Anda, Daniel Tamayo... Las exposiciones son importantes, pero los catálogos son fundamentales para hacer una trama histórica del arte vasco; hasta ahora habían sido aproximaciones no muy completas.
¿Y qué exposiciones de artistas vascos se están programando?
-Vamos a realizar dentro de poco una dedicada a Susana Talayero, otra a José Llanos; se está preparando una de Vicente Ameztoy para el año que viene... Van cobrando forma también una de Ramón Zubiaurre, de Zuloaga, aunque todavía no tienen fecha concreta. Y de artistas más jóvenes, una de Javier Balda, de Ortiz de Elgea... Son exposiciones en el horizonte cercano. Además, vamos a exponer en junio las donaciones de Marta Cárdenas y en septiembre las 34 obras de Andrés Nagel. Estamos estudiando constantemente el arte vasco, que es algo a lo que yo me he dedicado toda la vida y sigo dedicándome a ello.
Parece que al Bellas Artes no le afecta la crisis...
-Ha sido muy difícil y muy duro porque hemos recortado mucho, hemos salido adelante a base de recortes y muchos programas y actividades internas han tenido que quedar postergados para desarrollarlos en cuanto podamos. Lo que ocurre es que no sé cómo pero estamos consiguiendo dar la imagen de que no nos pasa nada. Pero nos pasa lo mismo que a todos, aunque hemos conseguido paliar los efectos de la crisis a base de duplicar el rendimiento de una actividad, que sirva tanto para el análisis de la colección como para la exposición; con estos apoyos inesperados de instituciones que quieren exhibir aquí su exposición...
El Bellas Artes es una fundación con un patronato, en el que confluyen la iniciativa pública con la privada. ¿Qué beneficios reporta este modelo?
-Precisamente,se cumplen 15 años de la creación de la Fundación del museo, que ha funcionado extraordinariamente bien y es una de las razones del buen funcionamiento del Bellas Artes de Bilbao. Este modelo permite que las instituciones tengan un control y la iniciativa privada también, entrando en el patronato y apoyando desde un punto de vista, sobre todo, económico. Fue, precisamente, el Guggenheim el que introdujo ese modelo tan anglosajón de patronato que museos como el Prado e, incluso, el Reina Sofía están copiando.