El mercado de la Ribera

El Mercado de la Ribera es un mercado de récord. A orillas de la Ría del Nervión, entre el Casco Viejo y el barrio de Bilbao la Vieja, se alza esta monumental plaza de abastos que, con 10.000 metros cuadrados de extensión, es uno de los mercados cubiertos más grandes de Europa. Construido en 1929 en estilo racionalista y Art Decó por el arquitecto Pedro Ispizua (artista formado con Gaudí y autor de otros famosos edificios de la ciudad), ha sido reconocido por el libro Guiness como el Mercado Municipal de Abastos más completo del mundo en número de productos, comerciantes y puestos.

Una visita a Bilbao no debería prescindir, por ejemplo un sábado por la mañana, de un paseo entre los colores, los olores y el griterío de esta plaza, iluminada por sus imponentes vidrieras sobre la Ría. Si muchos son los viajeros que se acercan al País Vasco por su gastronomía, aquí encontrarán el origen de toda esa fama: la calidad de esos productos frescos que la hacen posible. Porque el Mercado de la Ribera, que reabrió sus puertas recientemente tras una importante remodelación, no es, como ha ocurrido en otras ciudades, un mercado para turistas, sino el lugar donde los vecinos de los barrios colindantes siguen realizando sus compras cotidianas, y donde el sushi todavía no ha encontrado su lugar.

El visitante podrá encontrar allí todo tipo de género pero siempre, traído diariamente por pequeños productores desde sus caseríos: las mejores carnes y pescados, frutas y verduras frescas, legumbres, setas, quesos, flores, pasteles, semillas, vinos, conservas y encurtidos… Puede hacer las compras también por internet, pero un rato de charla con cualquiera de las aldeanas que atienden en sus puestos bien vale la visita. Seguramente lo acabará convenciendo para que se lleve algo.

El Mercado ha venido a completarse ahora con lo único que le faltaba: un café teatro en los bajos del edificio. El jazz-café La Ribera Bilbao es un bar y restaurante de amplia terraza, cómodos sillones y cristalera sobre la ría, con una oferta gastronómica que se aprovecha de los mejores productos con los que comparte despensa (menú, raciones y brunch los fines de semana). Y todo ello a ritmo de jazz, con actuaciones en directo cada noche. Una nueva y ya imprescindible dirección en Bilbao.